Is Kleptocracy the New Front for Anti-Corruption?

Perhaps because of the relative success of anticorruption measures or the rise in authoritarian regimes that keep power to themselves for lengthy periods of time, kleptocracy is emerging as a new phenomenon in the fight against corruption.  Kleptocracy is a government whose corrupt leaders use political power to appropriate the wealth of their nation, typically by embezzling or misappropriating public funds at the expense of the wider public good.  Kleptocracy has global, national and local dimensions and consequences, and it has been detrimental to democratic governance in many countries around the world. As such, its dynamic make kleptocracy a transnational phenomenon.  But kleptocracy’s national dimension is where some of the most damage is done against democratic governance.  Once kleptocrats have seized power, they aim to remain in control through corruption and by capturing all control institutions and keeping the power circles small with relatives and loyal friends.  Their intent is selfish, and focus on destabilizing any balance of power, corroding the rule of law, and sustaining their power by destroying democratic institutions and casting doubt on the free press, elections, and the judiciary.  Kleptocrats treat their country’s treasure as if it were their own personal bank account.  Let’s unpack this new challenge.

¿Es la Cleptocracia el Nuevo Frente para la Anticorrupción?

Quizás debido al relativo éxito de las medidas anticorrupción o al crecimiento de regímenes autoritarios que capturan el poder para sí mismos durante largos períodos de tiempo, la cleptocracia está emergiendo como un nuevo fenómeno en la lucha contra la corrupción. La cleptocracia es un sistema de gobierno donde líderes corruptos usan el poder político para apropiarse de la riqueza de su nación, típicamente desfalcando o malversando fondos públicos a expensas del bien público. La cleptocracia tiene dimensiones y consecuencias globales, nacionales y locales, y ha sido perjudicial para la gobernabilidad democrática en muchos países del mundo. Como tal, su dinámica convierte a la cleptocracia en un fenómeno transnacional. Pero la dimensión nacional de la cleptocracia es donde se hacen algunos de los mayores daños contra la gobernabilidad democrática. Los cleptócratas una vez en el poder apuntan a mantener el control a través de la corrupción y capturando todas las instituciones de control y manteniendo pequeños los círculos de poder con parientes y amigos leales. Su intención es egoísta por naturaleza y se centra en desestabilizar cualquier equilibrio de poder, corroer el estado de derecho y mantener su poder destruyendo las instituciones democráticas y poniendo en duda la prensa libre, las elecciones y el poder judicial. Los cleptócratas tratan el erario de su país como si fuera su propia cuenta bancaria personal. Analicemos este nuevo desafío.