Las agendas ambiciosas recientemente adoptadas por la comunidad internacional – los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODSs), la Agenda 2030, el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático y la Nueva Agenda Urbana – llaman a un profundo cambio en sistemas económicos, culturales y políticos, para lograr mejor calidad de vida a largo plazo, sociedades más prosperas, regeneración ecológica, y una gobernabilidad democrática descentralizada. Por primera vez, la gobernabilidad local está siendo reconocida tanto como un gran desafío y también como una gran oportunidad para el desarrollo económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
Hoy, más de la mitad del mundo vive en ciudades. De acuerdo al último informe de la UCLG , las grandes áreas metropolitanas acogen a más de 1.6 billones de personas (41% de la población total urbana), mientras que otras 1.4 billones de personas (36% del total de la población urbana) vive en ciudades intermedias que siguen creciendo, y 896 millones de personas (23% del total de la población urbana) vive en ciudades con menos de 50,000 habitantes. La relación entre áreas urbanas y rurales sigue evolucionando; las fronteras entre las dos son cada vez más opaca, y son más interdependientes que nunca (ver Gráfica 1). Dos desafíos clave en este contexto son: 1) el diseño e implementación de enfoques integrados de gobernabilidad descentralizada, y 2) sistemas de servicios públicos efectivos.
En la medida en que las ciudades medianas continúen creciendo y expandiendo, y los cambios de población debido a migración sigan siendo persistentes, la demanda por servicios publicos seguirá incrementando, incluyendo de poblaciones vulnerables y marginadas. Si bien no hay una receta mágica para fortalecer servicios públicos en gobiernos locales, la evidencia disponible reconoce que la gobernabilidad local es un proceso complejo y multi-dimensional. Como tal, cualquier estrategia de mejora para servicios públicos y gobernabilidad local tendrá que ser integrada, y responder a condiciones y oportunidades cambiantes. Abajo algunos factores y lecciones para el diseño e implementación de este tipo de iniciativas.
En el ámbito local los servicios públicos son impulsados por el grado de descentralización: A nivel global un gran número de países en desarrollo y en transición están experimentando algún tipo de proceso de descentralización. Estos procesos de descentralización no son monolíticos. Algunos países han promovido descentralización política, permitiendo elecciones y empoderando a actores locales en la toma de decisiones en relación con políticas públicas locales. Otros han promovido descentralización administrativa, otorgando a gobiernos locales responsabilidades de planificación y de gestión. Y otros, han ido un poco más lejos y promovido descentralización fiscal y temas de finanzas públicas. La mayoría de los países han implementado una combinación de estos tipos de descentralización, usando diferentes grados de desconcentración, delegación y devolución.
A medida que se producen estos procesos de descentralización, se espera que los gobiernos locales respondan mejor a las necesidades de sus comunidades. En la actualidad, los gobiernos locales son actores clave para la prestación efectiva de servicios locales, el desarrollo humano, la erradicación de la pobreza, y también para lograr los ODSs. Como la prestación de servicios es un proceso multivariable, su éxito y efectividad depende de una compleja gama de procesos, recursos y capacidades que están interconectadas. Por lo tanto, la estrecha integración entre los enfoques de gobernabilidad y las intervenciones sectoriales y la interconexión de las intervenciones para fortalecer las capacidades del Estado con las de empoderar a los ciudadanos es un factor clave a considerar. Las metodologías y enfoques de prestación de servicios locales resultantes serán impulsados por esta dinámica, que a su vez está impulsada por el grado de descentralización en los países. En gran medida, esto determina el espacio que los actores locales e instituciones tienen para maniobrar políticas y acciones y prestar servicios, que en algunos casos es amplio y en otros es estrecho.
Dialogo acerca de políticas puede crear la fundación para una cohesión social fuerte: Los servicios públicos locales no pueden ser vistos como una esfera aislada, sino más bien como parte de un sistema más amplio de gobernabilidad que implica interacciones horizontales y verticales. Si bien los procesos de descentralización y de gobernabilidad descentralizada son procesos técnicos, son también primordialmente políticos, los cuales requieren un grupo de reformas graduales para transferir responsabilidades, recursos y autoridad de arriba hacia abajo. Debido a esto, un elemento fundamental para fortalecer la demanda en favor de la gobernabilidad descentralizada y mejoras en los servicios públicos locales es la construcción de una visión compartida para la gobernabilidad local que incluya la comprensión de las formas que la descentralización puede ayudar a resolver desafíos locales y promover desarrollo económico local. Es muy probable que las comunidades locales midan el éxito de la gobernabilidad descentralizada en gran parte por la capacidad de los gobiernos locales de mejorar la calidad de vida. Esto incluye la mejora de servicios públicos locales.
Dado que el espacio local ofrece una oportunidad para nutrir la participación ciudadana y la construcción de ciudadanía, el diálogo sobre políticas ofrece la oportunidad de debatir sobre el estado actual de la gobernabilidad descentralizada y la calidad de los servicios, al tiempo que se comparten las mejores prácticas, los conocimientos y los datos basados en la evidencia. Bien hechas, estas conversaciones pueden servir como herramientas poderosas para ampliar el alcance de las reformas institucionales y como espacios que promueven la educación cívica. A través de diálogos bidireccionales o de dos vías sobre políticas, los ciudadanos pueden mejorar su conocimiento de las funciones del gobierno local y los gobiernos locales pueden comprender mejor las funciones de los ciudadanos en la gobernabilidad local.
El dialogo de políticas debe ser considerado una inversión clave para la gobernabilidad local integrada y la prestación de servicios públicos locales. Estas conversaciones crean confianza entre el gobierno y los gobernados, promueven la gobernabilidad participativa y permiten que los grupos desfavorecidos participen directamente en los procesos de toma de decisiones, pero también fomentan el diálogo entre grupos separados por riqueza, género y estatus social.
La capacidad local importa: La calidad y el acceso a la prestación de servicios en los gobiernos locales está, en gran medida, vinculada no solo a la capacidad técnica, sino también a la capacidad financiera, de gestión, organizativa e institucional. Por lo tanto, el desarrollo de capacidades, su construcción y / o fortalecimiento es un componente esencial para la prestación de servicios localizados. Desarrollar o fortalecer la capacidad para mejorar la prestación de servicios implica una serie de estrategias destinadas a aumentar la eficiencia, la efectividad y la capacidad de respuesta de la gobernabilidad descentralizada. Para estar claros, el desarrollo de capacidades en este caso se refiere tanto de ciudadanos y proveedores de servicios— no solo en habilidades técnicas para la provisión de servicios, sino lo más importante en cómo mejorar y expandir continuamente, anticipar las necesidades y recalibrar la estrategia. De igual forma, la creación de capacidades debe abordar no solo los recursos humanos, las organizaciones y el contexto institucional, sino también los vínculos verticales y horizontales para mejorar la prestación de servicios, la colaboración gobierno-ciudadanía, las alianzas público-privadas e incluso las innovaciones locales como insumos para políticas nacionales.
La evidencia muestra que los esfuerzos de mejorar la capacidad para la prestación local de servicios pueden tener un efecto positivo en la gobernabilidad descentralizada y en reforzar la confianza en las instituciones gubernamentales. Los esfuerzos de capacidad a menudo se articulan con dinámicas políticas nacionales, regionales y / o locales. Por ello, la participación activa de campeones y liderazgo local en la generación de apoyo para las iniciativas de capacidad y su institucionalización es esencial. Los ciclos electorales tienden a promover incentivos. A veces, candidatos a cargos locales utilizan temas de desempeño en la prestación de servicios en sus campañas. Otras veces, los ciclos electorales pueden socavar los esfuerzos de capacidad o suspender las iniciativas, particularmente cuando los funcionarios recién elegidos tienen diferentes prioridades. Por lo tanto, una lección clave es que desarrollar la capacidad de los sistemas gubernamentales locales por sí solo generaría cambios positivos limitados a menos que este esfuerzo vaya acompañado de la creación de capacidades de la sociedad civil y los ciudadanos comunes para hacer oír su voz, hacer que el gobierno rinda cuentas y ejercer control.
Involucrar a los ciudadanos y ponerlos primero: La gobernabilidad descentralizada y la prestación de servicios requieren la participación ciudadana, y su involucramiento y participación a lo largo de todo el ciclo de políticas públicas y toma de decisiones. También requiere un Estado receptivo y procesos de gobierno que sean abiertos, transparentes e inclusivos. Mejorar las relaciones entre los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y su gobierno significa trabajar simultáneamente en la capacidad de respuesta y efectividad del Estado, el empoderamiento ciudadano y la rendición de cuentas de los funcionarios locales electos.
La experiencia demuestra que no hay enfoques mágicos para promover la participación ciudadana, pero la eficacia de la prestación de servicios en los gobiernos locales depende en gran medida de la adopción de enfoques integrados que incluya la participación ciudadana. Para hacer esto, los gobiernos deben transformarse a sí mismos o desarrollar capacidades para el compromiso y la colaboración ciudadana. Mejorar el diálogo entre los gobiernos locales y los ciudadanos se basa en la construcción de confianza y la construcción de instituciones. Implica también reconstruir o fortalecer la arquitectura institucional del gobierno local, y ganar la confianza ciudadana y aumentar la participación.
Las dimensiones del desarrollo de capacidades que son clave para involucrar a los ciudadanos en la prestación de servicios incluyen:
- Crear espacios para el diálogo y el trabajo colaborativo entre los ciudadanos y el gobierno local. Como se mencionó anteriormente, esto construye legitimidad para el gobierno local, asegura que los planes y actividades se basen genuinamente en los deseos de la comunidad y crea relaciones basadas en la confianza entre las autoridades y los ciudadanos.
- Desarrollar la capacidad de las instituciones locales para responder a las demandas de la comunidad y avanzar en el desarrollo de la confianza. Esto incluye mejoras en la articulación de la planificación del gobierno local y departamental / provincial dentro de los marcos nacionales.
- Desarrollar la capacidad de la comunidad, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos para organizar, participar y proporcionar supervisión con respecto a la prestación de servicios.
Promover la rendición de cuentas y la transparencia en la prestación de servicios es más fácil decirlo que hacerlo: Además de la participación ciudadana y su involucramiento, promover la transparencia y la rendición de cuentas es un componente crítico de la gobernabilidad descentralizada y la prestación de servicios. En teoría la proximidad cercana de los gobiernos locales a los ciudadanos debería hacer más fácil tomar decisiones. En realidad, este no es siempre el caso. A menudo, la información oficial no está disponible, datos no son abiertos y/o accesibles, y el alcance de la participación pública en la toma de decisiones es limitado. Brindar a los ciudadanos opciones y oportunidades para involucrarse con el Estado es deseable en sí mismo, algo que contribuye a la gobernabilidad local y promueve valores democráticos. En este contexto, la rendición de cuentas y la transparencia sirven como medio para lograr fines particulares, como una mejor prestación de servicios.
Si bien una estructura descentralizada es importante para la prestación de servicios locales, el desempeño depende de que los gobiernos locales rindan cuentas. Existen múltiples canales para exigir rendición de cuentas, incluyendo elecciones y mecanismos que permiten a los ciudadanos interactuar más regularmente y sustantivamente con los gobiernos locales. Estos incluyen planificación participativa, presupuestos participativos, auditorías sociales y tarjetas ciudadanas de calificaciones. La transparencia y el acceso a la información sobre procesos y decisiones locales son esenciales para la rendición de cuentas y requieren conciencia, capacidad e interés ciudadano. La información sobre el presupuesto y los gastos puede, o no, estar disponible, pero es posible que la gente no los conozca o no sepan cómo acceder a la información o como utilizar para interactuar con los gobiernos locales.
Los gobiernos nacionales y sus agencias o entidades centrales (finanzas, planificación, servicio civil) ya tienen políticas y marcos para regular / monitorear cumplimiento por parte de los gobiernos locales. Ministerios sectoriales (salud, educación y medio ambiente) también tienen estándares de políticas, sistemas de monitoreo para la prestación de servicios y para administrar transferencias fiscales condicionadas. Si bien debido a ello existe una rendición de cuentas pasiva, particularmente cuando se elaboran informes para agencias/entidades y ministerios, se necesita una transparencia y rendición de cuentas activa para la prestación de servicios locales, una que constantemente este informando a la ciudadanía sobre desempeño, cambios y/o mejoras.
La rendición de cuentas y la transparencia para la prestación de servicios pueden ofrecer múltiples resultados. Estos pueden incluir reducir los costos de las transacciones (registros, informes tributarios y evaluaciones de propiedad) y mejorar procesos organizacionales para servicios clave (atención prenatal, entrega de materiales escolares, gestión de desechos sólidos) y promover el uso de la tecnología y los principios de gobierno abierto. Todos estos resultados mejoran la prestación de servicios y aumentan la oportunidad para la innovación, y también la confianza en los gobiernos locales.
Las últimas tres décadas han visto un progreso enorme en el mundo con relación a la gobernabilidad democrática. Más personas que nunca antes están viviendo en espacios de gobernabilidad más democráticos y descentralizados. A su vez que los gobiernos locales enfrentan cambios demográficos inevitables, como la urbanización, la resiliencia, el crimen y la violencia, la prestación de servicios se vuelve crucial. La complejidad de la gobernabilidad descentralizada y el contexto en el que se crea, generan desafíos para hacer realidad el potencial de una prestación de servicios más efectiva y transparente.
La prestación de servicios, una tarea clave de la gobernabilidad local, es multifacética e involucra a múltiples actores, que incluye gobiernos centrales, gobiernos locales, ONGs, organizaciones de la sociedad civil, y en algunos países a los donantes. Una lección clave desde nuestra experiencia es que en última instancia la prestación de servicios en gobiernos locales implica encontrar relaciones ganar-ganar entre los beneficiarios de los servicios públicos y los gobiernos locales. También se trata de encontrar mejores formas para integrar los servicios que el gobierno presta, tomando en cuenta las necesidades específicas de diferentes comunidades y al mismo tiempo ofrecer información fácilmente accesible al público. Lo que es más importante, es que los mecanismos de participación ciudadana dinámicos permiten que los grupos a menudo privados de sus derechos hagan oír su voz, de esta forma permitiéndoles contribuir sustantivamente a la mejora de los servicios públicos localizados.
* Una versión más corta de este artículo fue publicada en Devex el 25 de septiembre del 2017. Quiero agradecer a Alexandra Smith quien contribuyo con la investigación e insumos en el anterior y este artículo.
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